Masoquista

Lo soy, soy una de ellas. Soy una masoquista y egoísta que solo te quiere para ella misma. No sé de compartir, pero tampoco se alejarme para no dañarme.

Dime por favor, ¿qué es lo que estoy haciendo? Vuelvo y vuelvo y vuelvo a caer, con la misma piedra para jugar al juego ese de la 'rayuela' al que tienes que tirar la piedra y saltar a pie cojo y volverla a tirar, así infinidad de veces hasta llegar al 10. Y luego, luego vuelves a empezar. 

Y caes, caes otra vez en el circulo vicioso de te quiere no te quiere, pero si te quiere que te diga para qué. Y eres tan tonta, que aunque te lo diga con un letrero, que te diga que es lo que quiere, tu seguirás cayendo como una estúpida, hasta que de tantas veces que te has caído ya, estás rota. Tan rota, que no puedes remontarte. Y ahí, ahí es cuando te das cuenta, que lo que has hecho solo ha sido buscarle las cinco patas al gato. Sí, al gato negro, ese puto gato negro que se cruzó de banda a banda en una carretera  un 24 de septiembre. Y tú, sin creer en las supersticiones.

Que lo malo no es caer con la piedra, ni caer siete veces por culpa del gato. Lo malo es encariñarse con esa piedra, y encariñarse con ese gato.