Odio

No puedo odiarte, pero tampoco debo quererte. Entonces, ¿qué?

Dicen que cuando una mujer se corta el pelo es porque dejan algo atrás, y eso es lo que he hecho yo; mi amor, te dejo atrás. Sin ningún condicionante, te dejo atrás y no pienso volverme a buscarte.
Me desquicias, me haces subir al cielo, tocar las estrellas, las nubes para luego... para luego dejarme caer sin paracaídas a una altura de trescientos metros, donde el impacto será seco, gélido y maquiavelico. Y por eso te odio y te quiero. Parece que lo hagas aposta, eh.

Del amor al odio hay un paso y yo estoy en medio, pero más al odio que del paso al amor.

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